83 personas se acreditan para formar cajas comunitarias de ahorro en sus comunidades
- Talleres evidencian la importancia del ahorro para la resiliencia de comunidades vulnerables al cambio climático
En las comunidades rurales de Manabí, las mujeres son casi siempre las encargadas de la economía familiar, son activas participantes en la toma de decisiones financieras y asumen el liderazgo en iniciativas comunitarias. Esta presencia activa de las mujeres se reflejó también en los talleres sobre Gestión Financiera Popular y Solidaria, que desarrolló el Programa "Escalando medidas de Adaptación basada en Ecosistemas en América Latina Rural" (EbA LAC, por sus siglas en inglés) con el apoyo de la Fundación Educativa Monseñor Cándido Rada, FUNDER.
De 83 participantes, el 60 por ciento fueron mujeres. Ellas participaron en el evento de graduación realizado el pasado jueves 23 de mayo de 2024, en el que recibieron los certificados que las acreditan para formar las Cajas Comunitarias de Ahorro en sus comunidades.
El objetivo de las jornadas fue fortalecer las capacidades de las familias de 8 comunidades rurales del cantón Junín, Chone, Tosagua, Portoviejo, Santa Ana y Jipijapa en Manabí para mejorar su resiliencia climática mediante una adecuada gestión socio-organizativa y financiera.
Las jornadas de capacitación se realizaron en las comunidades rurales y utilizaron el enfoque práctico de “aprender-haciendo” con un 70 por ciento de actividades prácticas y un 30 por ciento teórico, abarcando temas como adaptación basada en ecosistemas, gestión de cajas comunales, ahorro y crédito, y liderazgo y empoderamiento económico y social de las mujeres.
Los talleres se impartieron desde diciembre del 2023 hasta abril 2024. Las capacitaciones buscaron que las familias rurales cuenten con las herramientas para organizarse y crear cajas de ahorro, que puedan servirles de apoyo frente a emergencias y eventualidades en la comunidad, como cambios radicales en los precios de sus productos, o amenazas del clima como lluvias intensas o sequias que puedan afectar sus ingresos.
Una de las graduadas es Génessis Macay Paredes, de la comunidad El Algodón de Junín, para quien el proyecto de EbA LAC y FUNDER le han brindado conocimientos y herramientas para manejar cajas comunitarias de ahorro: "Como mujeres rurales, no teníamos conocimiento sobre estos temas financieros. Siempre se apoya más a los hombres; a las mujeres casi nunca nos apoyan. Ahora tuvimos la oportunidad de estar en este proyecto y hemos aprendido mucho", dijo.
"Las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres de hacer un crédito, emprender y trabajar", agregó Génessis.
Carla Gavilanes, coordinadora del Programa EbA LAC, quien participó en el acto de entrega de las certificaciones, cree que "a través del fortalecimiento de capacidades mejoramos nuestra capacidad adaptativa y eso nos permite estar más preparados para afrontar las inminencias del cambio climático".
Ligia Elena Sánchez Zambrano, responsable de la fundación FUNDER en Manabí, destacó el compromiso y la participación activa de diferentes comunidades que, semana tras semana, asistieron a la capacitación y ahora tienen las bases de todos los componentes: en el tema ambiental, en equidad de género y en finanzas enfocada para la conformación de las cajas de ahorro. "Se ha alcanzado la meta de capacitación, quisimos que vean que tan importante puede ser para el desarrollo de una comunidad, de un territorio, poder tener elementos financieros", dijo.
Los Talleres de Gestión Financiera Popular y Solidaria se enmarcan en los objetivos del Programa EbA LAC, que están enfocados a incrementar la resiliencia de comunidades rurales vulnerables al cambio climático en América Latina y el Caribe, a través del desarrollo de capacidades financieras y de la adopción de medidas de adaptación al cambio climático basadas en ecosistemas.
El programa EbA LAC es financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor (BMUV) a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI) y es implementado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) como agencia líder, en asocio con la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) en tres países: Ecuador, Guatemala y Costa Rica. En Ecuador, se implementa en estrecha coordinación con el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE).