Corredores biológicos se fortalecen y se adaptan al cambio climático
Los corredores biológicos (CB) son fundamentales para mantener la diversidad genética de las especies y la conectividad ecológica entre las áreas protegidas y las fuentes de agua, esto permite que los ecosistemas se recuperen y adapten ante los efectos negativos del cambio climático, y disminuyan la pérdida de biodiversidad, a su vez que mantienen los servicios ecosistémicos clave para el bienestar de las personas; por tanto, tienen como resultado a largo plazo que las comunidades se vean cada vez menos afectadas por el clima cambiante.
En Costa Rica los Corredores Biológicos son una estrategia de conservación participativa impulsada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) que responde a los compromisos internacionales del país. Se implementa con la participación de los actores locales mediante plataformas denominadas Comités Locales de Corredores Biológicos. En Costa Rica se cuenta con 51 corredores biológicos, que representa cerca del 33% del territorio nacional que generanbeneficios sociales, económicos y ambientales.
En primer lugar, dinamiza las relaciones sociales a través de la interacción de diversos actores y sectores, que se reúnen para discutir y mejorar la situación de un territorio y los ecosistemas presentes en él. A su vez, activa la capacidad de tomar decisiones sobre sus necesidades e intereses vinculados al uso activo de la biodiversidad.
En segundo lugar, proporciona beneficios económicos a través del uso de los servicios ecosistémicos, reconociendo que se desarrollan diversas actividades productivas y económicas que favorecen al territorio, a las comunidades y a las personas.
En tercer lugar, conlleva beneficios ambientales por medio de la gestión, conservación y recuperación de los ecosistemas para contribuir a la diversidad biológica y así asegurar los servicios ecosistémicos de los cuales dependen todas las personas.
En Costa Rica, con el apoyo del Programa EbA LAC, el CB Paso de las Nubes en Alajuela y el CB San Juan la Selva en Heredia, ambos liderados por comités multi actores, se fortalecen como mecanismos de gobernanza para el escalamiento de la Adaptación basada en Ecosistemas (AbE).
A través de novedosas herramientas de gestión facilitadas por el programa, han podido determinar áreas de mejora en su capacidad organizacional y traducir lo anterior a un plan de acción, orientando a fortalecerse en los ejes de abogacía política, gestión de proyectos, mecanismos de participación, procesos de educación y capacitación. Como próximos pasos el programa realizará capacitaciones a los miembros de sus comités locales para el diseño y gestión de proyectos de escalamiento de la AbE, con un enfoque género responsivo, y con sostenibilidad financiera.
Con el acompañamiento del Programa EbA LAC, tanto el CB Paso de las Nubes como el CB San Juan la Selva han podido mirar de forma crítica sus procesos internos y externos, como el relacionamiento y la cooperación con actores interinstitucionales e intersectoriales. Esto ha dado como resultado planes de acción con actividades concretas para mejorar estos lazos de colaboración, como por ejemplo con gobiernos locales y sector privado. Además, han recibido apoyo técnico y metodológico en la incorporación del enfoque AbE en sus instrumentos de planificación, resultando en ideas de proyectos formulados específicamente para llevar acciones de AbE puntuales, como la restauración de bosques de galería y la aplicación de prácticas relacionadas a medidas AbE con personas productoras locales a una mayor escala.
Este proceso ha conllevado la sensibilización y cambios de actitud por parte de las personas integrantes de los comités que gestionan los corredores biológicos, quienes han reconocido la necesidad de trabajar con un enfoque de conservación centrado en las personas. Ante la problemática y efectos negativos que provoca el cambio climático, la AbE se posiciona como una necesidad que une intereses de comunidades y sectores, convirtiéndola en una solución con efecto transformador, y a los comités de corredores biológicos en embajadores de la AbE en espacios territoriales para la toma de decisiones.
“Talleres como el “Lente Climático”, impactaron positivamente en nuestra visión como organización, ya que nos permite desarrollar conceptos de cambio climático aprendidos, implementando tanto la sensibilidad ecológica, como la sensibilidad social. Esto es muy importante porque de esta manera visualizamos la manera de priorizar nuestros esfuerzos de gestión y adaptación orientados a grupos sociales vulnerables o áreas claves para la conservación cuando es requerido”, comentó Fernanda Sáenz, integrante del Comité Local del CB San Juan la Selva. El Programa EbA LAC seguirá brindando asesoría técnica a ambos corredores biológicos en la actualización de sus planes estratégicos (con enfoque en la AbE) y la ejecución de sus planes operativos; les fortalecerá como agentes multiplicadores capaces de incidir en otros actores (institucionales, academia, sociedad civil, etc.) y sus programas de educación ambiental; les acompañará con coaching y capacitaciones en la implementación de sus planes de acción para el fortalecimiento organizacional y el acceso a fuentes de financiamiento locales para sus proyectos y programas.
A partir de la experiencia de estos dos corredores biológico desde el Programa EbALAC se estará propiciando espacios de compartir estas experiencias y aprendizajes con el Programa Nacional de Corredores Biológicos con el fin de propiciar el escalamiento de la AbE. Por su parte, el SINAC continúa creando nuevos corredores biológicos en sitios estratégicos del país con el apoyo del programa.
Estas acciones se realizan en el marco del programa EbA LAC, financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección de los Consumidores (BMUV) a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI) e implementado por la Cooperación Alemana -GIZ- como agencia líder, en asocio con la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza). En Costa Rica, el programa se implementa en alianza con el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).