Mujeres ganaderas aplican medidas de adaptación y fortalecen sus negocios
- Mujeres de Pococí, Llanuras del Gaspar, Cureña y Pital, en Costa Rica, recibieron la capacitación “Medidas de adaptación basada en ecosistemas al cambio climático”.
Con el apoyo del Programa “Escalando Medidas de Adaptación basada en Ecosistemas en América Latina Rural” (EbA LAC), se reunió a 32 mujeres ganaderas para identificar diversos beneficios de la implementación de medidas de adaptación en sus fincas, así como fortalecer sus capacidades en adaptación y liderazgo.
Durante este proceso, las participantes recibieron herramientas para el desarrollo de planes de negocio que les permitan obtener financiamiento y diversificar sus actividades productivas en proyectos como turismo rural y otros productos vinculados con la ganadería, tales como la producción de lombricompost y lácteos.
Además, con el apoyo de la Corporación Ganadera (CORFOGA) se realizaron días de campo para abordar y visualizar cómo la incorporación de medidas de adaptación al cambio climático en fincas ganaderas como el pastoreo racional, cosecha de agua, cercas vivas, árboles dispersos, producción y uso de abono orgánico, banco forrajero, ensilaje de forrajes y genética adaptada al trópico, puede incrementar la rentabilidad de su negocio.
De forma complementaria, obtuvieron asesorías en gestión administrativa, organizativa y habilidades blandas para el trabajo en equipo, liderazgo, resolución de conflictos y empoderamiento, donde se promovió el intercambio de experiencias entre los diferentes grupos participantes.
Las mujeres identificaron que la implementación de medidas de adaptación al cambio climático les propicia múltiples beneficios tanto en temas económicos por la baja de los costos de producción y una mayor rentabilidad del negocio, como en el beneficio de la salud animal y el aprovechamiento de los recursos de la finca y el ecosistema.
“En términos de sostenibilidad, poder mantener la finca en buen estado, con un equilibrio entre lo social y lo económico, representa mayores oportunidades de crecimiento para el negocio, mayores ganancias, capacidad de producción y diversificación de los productos. Se puede involucrar más personas dentro del negocio y dar mayores oportunidades de generación de ingresos a la comunidad”, explicó Fabiola Campos, consultora para el Programa EbA LAC.
Entre las medidas de adaptación que implementan las mujeres ganaderas en sus fincas se identifican el pastoreo racional, cercas vivas, abono orgánico, forrajes diversos, mejora de pasturas, mejoramiento genético enfocado en adaptación climática.
Ivania Urbina, productora de ganado doble propósito de Cureña, explicó que en su finca implementan medidas de adaptación; “usamos adaptación por medio de pastoreo racional, implementación de cercas vivas y cosecha de agua, lo que me ha beneficiado porque por medio de pastoreo racional tenemos más pasto que es más alimento para las vacas, que nos permite tener una producción más estable y esto me trae beneficios porque es rentable, porque la vaca al tener suficiente alimento hace que tengamos una producción estable de la venta del queso”.
Asimismo, las mujeres ganaderas reconocen que esta experiencia les ha brindado herramientas para empoderarse, debido a que tradicionalmente el sector ganadero es dominado por hombres. Ellas señalaron que el hecho de compartir con más mujeres ganaderas que se encuentran en el mismo negocio y con retos similares, les ha permitido identificar el poder que tienen, mejorar sus capacidades y formar una red de apoyo a partir del intercambio de experiencias, lo que ha fortalecido sus capacidades a nivel individual y colectivo
“El proceso de capacitación al grupo de mujeres organizadas de Llanuras nos ha servido mucho a nivel individual y grupal, somos un grupo que está iniciando, mujeres que tienen su pedacito de finca y tenemos el objetivo de comercializar el queso. A nivel organizativo nos impulsó y ayudó mucho para formarnos como grupo. A nivel individual podemos implementar técnicas y analizar nuestro objetivo de producción para ver cuál es la mejor técnica para implementar en el negocio”, señaló Jazmín Sibaja, joven mujer ganadera de Llanuras del Gaspar en Sarapiquí.
Como pasos siguientes, se espera consolidar un grupo de mujeres ganaderas de la zona norte, estableciendo un espacio de intercambio de experiencias y de acompañamiento a otras mujeres mediante una red de apoyo. La Corporación Ganadera (CORFOGA) ha acompañado todo el proceso y continuará realizando capacitaciones sobre gestión empresarial y apoyando en la búsqueda de opciones de financiamiento para los planes de negocios planteados por las mujeres.
Estas acciones se realizan en el marco del programa EbA LAC, el cual es financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección de los Consumidores (BMUV) a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI) e implementado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo -GIZ- como agencia líder, en asocio con la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el CATIE. El programa tiene como objetivo aumentar la capacidad de resiliencia ante el cambio climático de las comunidades y ecosistemas vulnerables de las zonas rurales de Costa Rica, Guatemala y Ecuador. En Costa Rica se implementa en estrecha coordinación con el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).