Familias agriculturas en Horquetas de Sarapiquí se capacitan en producción y uso de bio insumos en huertos caseros
- Con el compromiso y la capacitación adecuada, Horquetas de Sarapiquí se posiciona como un ejemplo de cómo las comunidades pueden adaptarse y prosperar en un entorno cambiante.
Alrededor de 20 familias de Horquetas de Sarapiquí participaron en un curso sobre formulación, manejo y uso de bio insumos, orientado a promover una producción de manera sostenible. Esta capacitación, realizada en la Casa de la Cultura Hídrica durante cinco sesiones entre septiembre y octubre de este año, buscó adaptar las prácticas agrícolas a los retos del cambio climático, promover una alimentación saludable y enfrentar la volatilidad de precios en el mercado a través de una diversificación de las opciones productivas de las familias.
Las personas participantes aprendieron a producir y utilizar bio insumos para optimizar sus huertas caseras, lo que les permite reducir la dependencia de productos químicos y adoptar un enfoque agroecológico. Esta formación es clave para empoderar a las y los agricultores frente a la incertidumbre económica y climática, asegurando una producción más estable.
El uso de bio insumos no solo mejora la resiliencia ante condiciones adversas, sino que también beneficia a la comunidad al fomentar un modelo agrícola más sostenible. Este esfuerzo se alinea con los objetivos nacionales de sostenibilidad y seguridad alimentaria, posicionando a Horquetas de Sarapiquí como un ejemplo de adaptación y prosperidad en un entorno cambiante.
“La agricultura orgánica y los huertos caseros son muy importantes para la independencia alimentaria, ya que nos ayuda a tener más alimentos orgánicos y sanos en casa. Y en mi caso, también estoy en un proyecto de turismo rural comunitario, entonces es parte de lo que podemos ofrecer al turista, no solo la experiencia de ver los alimentos crecer, sino verlos también en su mesa”, comentó Yahaira Rojas Durán, una de las participantes del curso.
En la capacitación también se abordó la importancia de los polinizadores en la producción orgánica, remarcando su relevancia en la calidad y cantidad de la cosecha. Los polinizadores, como abejas, mariposas y colibríes, desempeñan un papel crucial en la polinización de muchas especies agrícolas, lo que se traduce en un aumento significativo en la producción de frutas y hortalizas. Para la existencia de estos agentes polinizadores es fundamental contar con ecosistemas sanos.
La capacitación fue impartida por Rubén Salas, experto en producción orgánica. “Tener frente a nosotros a una persona que se dedica a esto, que sabe de lo que habla nos da mucha confianza en lo que nos está enseñando”, manifestó Dennis Sánchez, otro de los participantes.
Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia para fomentar la agricultura orgánica en la región, alineándose con los objetivos nacionales de sostenibilidad y seguridad alimentaria liderada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería y apoyada por el Programa EbA LAC.
El programa EbA LAC es financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección de los Consumidores (BMUV), a través de su Iniciativa Climática Internacional (IKI) e implementado por la Cooperación Alemana -GIZ- como agencia líder, en asocio con la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza). En Costa Rica se trabaja en estrecha coordinación con el MINAE y el SINAC.
El Programa EbA LAC apoya los esfuerzos de acelerar medidas de adaptación contra el cambio climático, la restauración de ecosistemas y protección de la biodiversidad en varios sectores para fomentar la transición hacia paisajes resilientes y biodiversos y colabora con la comunidad internacional de adaptación y protección de la biodiversidad, los gobiernos nacionales y subnacionales escalar medidas de AbE en paisajes seleccionados en Costa Rica, Ecuador y Guatemala.